viernes, 13 de febrero de 2009

Iguazú de mierda


Confieso que me tomó un tiempo considerable decidirme a tocar este tema. Y fue más porque siempre que lo veo aflorar me fastidia tanto que se me cruzan las ideas, y tengo más ganas de insultar que de argumentar. Sin embargo, acá estoy, y a quien le caiga el aguacero que abra el paraguas, como dijo uno de los comentaristas de La Voz.
Hace muy poco, a un desafortunado profesional de la medicina local se le escapó “indio de mierda”, al encontrarse con un Mbya Guaraní que lo denunció ante la dirección del hospital por haberlo maltratado. Sí, escribí adrede “se le escapó”. Lo aclaro porque un maltrato no se justifica, y yo no estoy justificando al doctor. Dije “se le escapó” porque al ser denunciado justamente no supo controlarse y no supo bancarse su propia actitud arrogante, y le salió lo que tenía atragantado en lo más profundo y bajo de su ser. Y esto, además de ser denunciado formalmente ante las autoridades, fue publicado, es decir, cayó bajo la mirada de la gente. Lo interesante del tema es que una vez en manos del pueblo, el doctor involucrado pasó de victimario a víctima, de depredador a presa, de boxeador a cura, de jugador a pelota, y de príncipe a sapo. En los comentarios bajo la nota publicada por este medio apareció una gran cantidad de comentaristas que normalmente no escriben o están cansados cuando se ponen al tanto de lo que pasa. Sin embargo esta vez la mayoría vio un árbol caído y se lanzó a hacerlo leña. Pobre doctor, pensaba yo, y no lo decía porque no quería ser devorado por las santas fieras del pueblo. Porque si nos ponemos a pensar, esto ocurrió porque el médico fue expuesto a la opinión de una ciudad, llamada Iguazú, habitada por gente tan pulcra y sacra, que no sería capaz de pensar tan siquiera en maltratar a una persona, y menos si se trata de un aborigen-hermano-paisano Guaraní. ¡Por favor! ¿A quién se le ocurriría semejante cosa? Jamás escuché a un hermano iguazuense decir “paraguayo de mierda”, por ejemplo, porque todos acá en Iguazú saben que los pioneros que sacaron adelante este pueblo de mierda que solo tenía monte y malaria, fueron ellos. Y asistidos por los hermanos brasileños, a quienes nunca jamás un iguazuense llamó “brasilero de mierda” o “brasuca maraca”, por ejemplo, al finalizar un partido de fútbol en el que su selección nos re cagó a baile. Y seguramente también porque el iguazuense sabe que los paraguayos estuvieron antes inclusive que llegara la Administración de Parques Nacionales con su personal de Buenos Aires, a quienes nunca jamás un iguazuense se le ocurriría llamar “porteño de mierda”, por ejemplo, porque nosotros somos víctimas de su maltrato, pero nunca vamos a “ser como ellos”. Además el iguazuense, por vivir en una ciudad turística, y tener un celular último modelo, es una persona muy abierta por tener contacto con gente de todas partes del mundo, a quienes jamás in the fucking life, (jamás en la puta vida, para los argentinísimos) se les ocurriría engañar con el cambio o cobrarle demás un viaje o una excursión, y mucho menos cagarse de risa de ellos, con los compinches sobre una cerveza comprada con la “comisión”. Es que el iguazuense, ese mismo que defenestró al demoníaco doctor por maltratar a un aborigen, vive en un país en donde nunca jamás se le llamó “gallego boludo” al español, ni “perucho ignorante” al peruano, ni “bolita muerto de hambre” al boliviano, ni “polaco olor a queso” al inmigrante, ni “yanqui de mierda” al estadounidense, ni “chilote pelotudo” al chileno, ni “judío cagador” al israelita, y ni “negro villero” al que tiene la piel un poco más oscura y vive en los suburbios. Por eso quizás en Iguazú el aborigen vive recibiendo abrazos, sonrisas, trabajo, ayuda, y son el porcentaje más alto de empleados en la gastronomía y hotelería. Es que, le explico doctor, el iguazuense vive administrado por hombres a quienes jamás se les adjudicaría el título de “políticos ladrones” en ningún ámbito y menos en un medio radial, y vive en una ciudad tan linda a la que jamás ningún iguazuense llamaría “Iguazú de mierda”.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

q raro , aca no te publicaron ningún comentario?q hipocrita q sos...

Anónimo dijo...

anda a cagar lopez, censuras los comentarios? pero para hablar sos valiente?seguís siendo un caradura y un hipocrita...

Anónimo dijo...

Que paso Hugo? Así llevandose puesta a la gente la reflexion es imposible, en todo caso vas a conseguir comentarios desaprobatorios. Tenes razón, pero a veces enfrentar causa mas resentimiento, mas enfrentamiento y no ayuda a solucionar el problema.
Cuñatai

Anónimo dijo...

Antes que esten publicados estos dos comentarios te escribi uno. Me sorprende que no lo hayas publicado, sera cierto que sos un cagon y que sus puro Bla, bla bla...

Anónimo dijo...

López, se te olvidó escribir que el Iguazuense es la persona más educada y abierta de mente de la historia Argentina jejeje... impecable como siempre López, la verdad a veces duele.

Gachy dijo...

vamos Hugo!!
Ladran Sancho, señal que Cabalgamos...
La gente aún no entendió que un blog es como una hoja personal que compartis con otros...al que no le gusta ¡que no lo lea!
Segui pa'delante noma'