jueves, 19 de febrero de 2009

Iguazú reflexiona




Estimados iguazuenses:
Es hora que reflexionemos sobre qué hemos llegado a ser y somos. Por bastante tiempo hemos sido atacados por fuertes vientos de una tempestad, que sembró en nuestros corazoncitos semillas de agresión traídas de un mundo desconocido para nosotros. Y esas semillitas germinaron para transformarse en fuertes árboles que parecen omnipotentes, difíciles de talar. Desde sus ramas nos hemos lanzado epítetos y frutas putrefactas que dañaron nuestra vestimenta de ciudadanos educados y comprometidos por el progreso de nuestro pueblo y país. Sus hojas escondieron por un lapso nuestra miseria. Su sombra no nos dejaba ver que estamos sucios y harapientos. Sin embargo, por más que parezca que en 200 años de historia nacional, y 106 de historia municipal, todo está perdido, no es así. Aún tenemos por qué luchar. Debemos salir de las sombras de ese árbol malo. No nos escondamos más detrás de las hojas que ocultan nuestro dolor. Deslicémonos de sus ramas. ¡Y talemos el árbol!, ¡talemos todos los árboles!
Desde el llano, todos a la misma altura y nivel, busquemos la manera de ser tolerantes y diplomáticos con el prójimo, quien quiera que sea. Sigamos el ejemplo que nos dieron nuestros padres de familia, que con su empeño, compromiso y voluntad de disciplinar, lograron que los chicos de hoy sean tan eficientes, moderados, respetuosos y educados. Y sigamos el camino de nuestros padres de la patria, que nunca agredieron ni desearon la muerte de nadie y en su edad madura buscaron el cobijo en el matrimonio con tiernas niñas de 14 años. No utilicemos más los epítetos que dañan nuestra intachable moral. Mantengámonos alejados de los malos modelos, como medios de prensa que utilizan malas palabras en sus títulos, cual la costumbre de ese tal Crítica de la Argentina, que tristemente tiene una tirada diaria de miles de ejemplares, y como si fuese que ellos son perfectos y nadie se puede equivocar, denuncian cosas erróneas del gobierno nacional, y hacen despedir de sus dignos trabajos a funcionarios públicos al servicio del pueblo. Sírvase a observar la fotografía de su portal digital http://www.criticadigital.com/ del día 17 de febrero que publicamos para que vea qué mal ejemplo son. Es fácil corroborar la veracidad de la imagen, ingresando al portal y escribiendo en el buscador el título que aparece. Pero, sólo haga eso para corroborar, luego no visite nunca más el sitio, porque podrá ser contaminado con su agresividad y chabacanería.
¡No, señores! ¡Seamos diferentes! Optemos por utilizar eufemismos de alto nivel para desarrollar ciertos temas que acaecen en la vida diaria, y así evitemos crear pánico entre la ciudadanía, que necesita volver a sus raíces de puro trabajo y cero contrabando, como lo fueron desde un principio nuestra hermosa patria y esta frontera, digna representante de nuestro territorio. Volvamos a los fundamentos de compromiso y anticorrupción, como lo fueron los primeros gobiernos de este bendito suelo, que jamás si quiera pensaron en malversar los fondos de todos los sueldos donados por Manuel Belgrano para la construcción de 95 escuelas, las cuales hoy se yerguen cual estandartes de nuestras sólidas raíces esparcidas en toda nuestra soberanía. Regresemos a las palabras sanas, que siempre utilizaron nuestros padres, abuelos, y maestros, quienes jamás tuvieron temas tabú con nosotros, y al dialogar sobre temas candentes, decían lo mismo pero sin herir, y así lograron que disminuyeran casi a cero y que hoy casi ni existan los abusos, acosos, robos, maltrato, y violencia doméstica. Mantengamos en secreto palabras y temas que pueden herir el sentimiento de nuestros jóvenes, quienes pueden aprender solos con programas de televisión y en Internet. Seamos suaves y optimistas. En cuanto a nuestro ambiente, por ejemplo, hagámosle notar las partes buenas de las veredas, no las rotas; empeñémonos en hacerles observar los empedrados ya hechos y las calles asfaltadas, no las que todavía no se hicieron porque aún no pudimos juntar para pagar los impuestos. Mostrémosles las obras que se están haciendo y después con mucho tacto expliquémosles que todavía no están autorizadas por cuestiones de trámites, y que a pesar que ninguna se ajusta a ningún plan de ordenamiento urbano, son lindas igual, y que Iguazú las necesita, como necesita que nosotros busquemos bregar por un cambio positivo y no que elijamos justificar nuestras agresiones porque otros son agresivos o indoctos. ¡Es necesario que actuemos ya, querido vecino o vecina!, y trabajemos juntos optimistamente por más que en algún momento hayamos vestido la camiseta contraria, total cuando nos unamos para festejar con algarabía, ya no importará si se sabe que en algún momento hemos colaborado con nuestro gobierno con algún espacio solidario o no. ¡Hagámoslo por Iguazú, todos juntos, abrazados como hermanos, silbando de júbilo por las calles de nuestra amada ciudad! Volvamos a nuestras raíces más profundas y sinceras: mente positiva, ciudad positiva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu ironia esta intacta y me encanto tu lenguaje culto que algunos criticones deben de estar felices por la buena redaccion y correcta utilizacion de palabras. Hay que ver si esa misma gente entendio algo jajajaj sea como sea que escribas me divierto mucho y le das en el ojo a todo. Ahora quiero leer los comentarios de esta gente no aparecio nadie todavia creo jjajaja