miércoles, 30 de abril de 2008

¿Por qué Tacuara?

Este es un lugar para que miremos y comentemos cualquier tema desde todos los puntos de vista, como dice la presentación, pero todos quieren una explicación de Tacuara.
Muchos, desde mis primeras participaciones en La Voz, me preguntaron por qué el nombre Tacuara. Y, claro, tuve que explicar. Como es obvio, hubieron mil tipos de reacciones. Hubo conocidos que me miraron sorpredidos y luego dejaron de hablarme, por creerme un tipo no muy serio -según dijeron- y hubo otros, los no tan conocidos, que primero se creyeron lo que les decía y luego hablaron con los conocidos. Otros, aparte de éstos que desaparecieron del círculo que me rodea, empezaron a leer las primeras historias y por la incomprensible curiosidad que afecta a todo ser humano, también me preguntaron por qué Tacuara. Esta vez, para evitar los resultados anteriores, tuve que esmerarme en la invención de una explicación un poco más prolongada, de esas que les gusta a todos (y a todas). Les dije que la tacuara, o el bamboo para los fashion, tiene muchas características dignas de admirar y que entre todas ellas la que más me gusta es su versatilidad. Por eso -les comenté- en algunos países de oriente, además de usarlas para hacer andamios, las usan para hacer preciosas viviendas y artesanías increíbles. También -les dije- otra característica, que muy pocos saben, es que la tacuara se divide en varias especies y cada una de ellas con sus propias y únicas formas, utilidades, y forma de vida: las tacuaras crecen juntas y en un ritmo galopante, de manera tal que es muy difícil deshacerse de ellas en cualquier terreno. Ésta es otra particularidad que me gusta. Y así fui añadiendo detalles a mi explicación que, les confieso, hasta a mí me empezaron a convencer. Los resultados fueron muy buenos. Creció el número de personas que buscaban que les cuente u opine de algo, y a pesar que yo estaba transformándome en un engendro de tamaño cada vez mayor por los elogios recibidos, todo iba bien. Pero como el mundo no es tan grande como dicen, los últimos conocieron a los primeros, y volvieron a preguntarme entre todos la verdad del por qué del nombre Tacuara. Y así fue cómo tuve que aprender a decir la verdad o por lo menos mentir en una sola versión. Elegí ese nombre por dos cosas: una, porque me gusta cómo suena, y otra, porque es un nombre indígena de acá. Como ven, elegí decir la verdad y ahora nadie me cree. La gente es incomprensible.