jueves, 19 de mayo de 2011

El (hard) Face de los políticos

No te sorprendas si al abrir tu Facebook en estos días tenés la solicitud de amistad de Marcelo Sánchez. Sí, sí, el mismo que jamás te saludó mientras toma un café por allá cerca de las Siete Bocas. O quizás veas que repentinamente, como ver un auto medio lindo por tu barrio, tenés otra solicitud de Horacio Spallanzani, el señor ese que hablaba y hablaba en el Concejo, y ahora dice “Me gusta” cuando subís una foto tuya en zunga fucsia en el salto Mbocaí.

Y aunque tal vez estemos un poco acostumbrados a ver algunos, como Gabrielito Llamas, que siempre te “etiqueta” algo durante el año para ir acumulando porotitos, no deja de sorprendernos como un elefante en Cataratas, la aparición en la web del presidente del Concejo Deliberante, Roberto Arévalo, quien decidió abrirse una cuenta de Face sin querer en la época de campaña. Y tal vez, aunque sea reconocible la iniciativa de aggiornarse, debería pedir ayuda al mismo que le creó la cuenta para evitar poner “Me gusta” en el Facebook de Oscar Perrone.

¡Sí!, leíste bien. ¡Oscar Perrone fue uno de los primeros que empezó a recorrer los barrios en la web con su Face! Solo que como el perromóvil también apareció más hace unas semanas, etiquetando afiches y fotos sobre su interés por el pueblo, que lo ve por TV. Lo bueno de Perrone es que por más que sea de aparición repentina, como todos los demás, por lo menos te arranca una sonrisa con lo que sube.

Es que el espacio virtual se ha transformado en el medio más conveniente para los políticos, por su llegada masiva. Hace no mucho, el gobernador Closs posteó en su Face que acepta invitaciones de amistad, “pero no sé cómo buscar cuántos amigos tengo”. La respuesta era fácil, pero se ve que alguien le asistió para ver cuantos contactos tiene en su Facebook, y agradeció: “yo siempre estuve en Twitter, pero se ve que Facebook tiene más movimiento, tengo que ingresar desde una compu y dejar un poco el Berry”. Sí, es verdad, tiene que dejar un poco el Berry, el peach, el hamburger, el bacon y el reviration, para completar el álbum con fotos nuevas más facheras y deje abierta la opción para que todos podamos comentarle algo, con cariño.

Por otro lado están los que no pierden tiempo en cosas de adolescentes, y van por lo más maduro, como Toto Sánchez y Pily Morel, ¡que se abrieron un site señores! Estos no andan con pavadas, ellos tienen su propio sitio que van a tener que pagar de nuevo para que le actualicen después del 26, pero siempre cuidándose de no dejar ningún espacio para que la gente, el pueblo, de los barrios humildes, más alejados, que nadie se acuerda de ellos, pueda comentar algo en su página.

Cabe la ironía, pero es bueno ver que los mismos políticos de pasacalles, carteles, y caminatas esporádicas por ahí, prefieran un Facebook (en el Twitter hay que escribir demasiado y se nota la ortografía) para comunicar lo que sienten y quieren hacer por su pueblo. Es una manera de actualizarse, lo entendemos. Pero se debe comprender que en la web también hay que ser coherentes con la conducta, y darse cuenta que por más cibernéticos que parezcan hoy, ninguno incluyó WiFi para toda la ciudad o toda la provincia, y eso no es tener Face, eso es tener HardFace.

domingo, 15 de mayo de 2011

A mí qué me importa

Qué diría uno de estos politiqueros que andan defendiendo lo que piensan, si van a comer a un restaurante y al quejarse porque el servicio no está al nivel que ellos esperaban, el dueño del restaurante les dice:

-Pero, fíjese que los de al lado sirven peor, y además recuerde que somos una nueva administración de este servicio, y los anteriores nos dejaron con muy mala fama, una deuda terrible, y además eran pésimos administrando.

Supongo que el politiquero que escuche esa explicación en un restaurante, o en cualquier negocio, va a responder lo mismo que respondo yo al escuchar los discursos de campaña.

-¡A mí qué me importa!, yo pago para que usted me sirva como debe hacerlo y de acuerdo al excelente servicio que ofrece y publicita.

Ya no me importa recordar los años '90 y su administración para justificar lo de hoy. Me gusta recordarlo solamente para alimentar el ego de negro pueblerino que tengo, porque en realidad fuimos nosotros los que cambiamos la historia, no ustedes. Ustedes son el resultado de lo que protestamos y gritamos nosotros.

A mí no me importa, en serio, volver a revolcarme en el lodazal de los idiotas administradores de las décadas pasadas, en las que ustedes también estuvieron como politiqueros y no hicieron más que fogonear de atrás para que la carne de cañón se levante a dar la cara en la calle.

A mí qué me importa que Llera y sus funcionaros hayan entregado tierras para comprar votos, y no haya arreglado ninguna calle –él y los demás ya pagarán eso en la justicia –yo pago mis impuestos para que el gobierno de hoy regularice cada uno de los terrenos y arregle las calles y provea servicios como prometió.

A mí qué me importa que Puerta y sus secuaces no hayan aumentado el básico a los docentes, estoy podrido del drama de cortes y protestas docentes de siempre, porque el gobierno de hoy tampoco tuvo la capacidad de resolver el eterno inconveniente por casi 10 años. Yo soy un ciudadano que cumplo con mis obligaciones hoy, y si no las cumplo el mismo gobierno me exige que lo haga inmediatamente, por eso no me importa lo que haya hecho o no la administración anterior, quiero que este gobierno de hoy prevea que al inicio de cada año no haya más cortes ni protestas dando lo que corresponde a los maestros de una vez por todas.

A mí qué me importa que López Ricci haya sido un incompetente de traje y gomina, apoyado por el petiso, yo quiero servicio de energía de primera hoy. Quiero luz hoy, sin que un vientito la corte cada semana y haga que tengamos que escuchar el mismo verso que antes era peor. Qué me importa que antes haya sido peor, la memoria la tenemos muy fresca; quiero hoy, ahora, en este instante, el servicio por el que pago todos los meses.

A mí qué me importa que Clarín y su mafia hayan negociado siempre con los milicos, Menem, De La Rúa, Duhalde, y cuanto politiquero haya por ahí, yo quiero que hoy mejoren los servicios burocráticos y vuelteros en el país, y que la plata llegue de verdad al país federal que tanto predican.

A mí qué me importa que la oposición ande criticando como siempre sin ofrecer planteos y soluciones concretas, yo quiero que se presenten debates maduros hoy, y se den espacios democráticos de verdad en todos los medios oficiales y oficialistas que ostentan el título de plurales.

A mí no me importan los años pasados cuando tengo necesidad de servicios hoy, como al cirujano no le importa que antes no hayas tenido botox, ni al nutricionista que no hayas sido gordito, ni al peluquero que antes hayas tenido pelo.

lunes, 2 de mayo de 2011

No te viá decí que soy buenito

En estos días en los que está empezando el frío –ese que te achancha más de lo normal, y te empuja a la cama o al sofá con todo lo que necesitás alrededor para no levantarte –me hizo recordar un estudio realizado por varios especialistas, que concluyeron que los países con más frío son los más felices.

Finlandia terminó primero en varias ocasiones, también Noruega y Dinamarca, entre otros, que según comentan los especialistas ocupan su tiempo en buscar y realizar actividades de entretenimiento, trabajo en equipo, y largas sesiones de humor, para mantener el cuerpo caliente.

Cualquiera diría, a simple ojo de opinólogo, que por la forma de ser y su música los países del la Línea del Ecuador y entre los trópicos, principalmente los de América son los más felices, pero no. Dicen que no.

Dicen que somos plañideros, quejumbrosos, y que nuestra personalidad que demuestra disconformidad todo el tiempo hace que, aunque busquemos divertirnos en grandes parrandas, la alegría es solo ocasional.

Tienen razón, digo yo. Porque nosotros decimos que somos alegres y bullangueros, pero siempre tenemos algo para quejarnos. Eso me cuestionaba cuando escuchaba todo lo hermoso y grandioso que han sido estos años de gobierno renovador en la provincia, que el gobernador Closs contó sin querer durante la apertura de sesiones de diputados.

Decía yo, cómo nos vamos a quejar de las inversiones mientras oía todas las obras que hizo este gobierno, esas que el gordito contó sin querer –porque no e’ que él cuenta porque está en campaña, el cuenta no má para que la gente sepa –sí, esas que generan mano de obra para miles de misioneros, correntinos, paraguayos, bolivianos, peruanos, y seguramente algún que otro alegre finlandés, y le dan un respirito a las pobres empresas constructoras de siempre que nunca ligaron una obrita.

Además, nosotros los de Iguazú, que estamos más cerca de los felices brasileños, tendríamos que ponerle un poco más de onda, y no reclamar solamente. Fijémonos en la mitad del vaso lleno, de agua un poquito sucia, pero lleno al fin, como las inversiones millonarias en la participación de Cataratas en la elección de las nuevas siete maravillas del mundo –que no e’ que vamo’ a ganá, pero ya ganamo’ ya cuando salimo’ por Clarín y todo eso’ diario importante, que consiguieron lo’ encargado capo’ de la campaña. ¡No tenemo’ que sé tan plaguiento!

También, Closs contó sin querer, para no utilizar el estrado de la honorable cámara de diputados para hacer campaña, que va a crear un banco de proyectos para los municipios. ¡Eso’ e’ muy bueno, chamigo! ¡Uno no se puede ni sentá cuando epera en la munecepalidá! ¡No hay ningún banco como la gente!

Yo digo que debe ser nuestra mala onda la que no nos permitió ver la presencia del estado en todos los potreros, chacras, tambos, y chiqueros, ¡si e’ tan facil ve’ los animale’ por ahí! Había sido ello’ eran toda’ esa vaca flaaaca y lo’ chancho pirúuuu que hay angá por la campaña.

Quizás ahora con los anuncios –no e’ que fueron anuncio’, él dijo no má –perdón con lo que el señor gobernador dijo no más para informarnos lo que el gobierno va a encarar en los años siguientes, como la inversión que va a hacer para producir edulcorante para el mundo, creo que tenemos que ser un poco más positivos a la hora de quejarnos, y emular a los nórdicos. ¡Aaah yo no entendí eso de la estevia para hacé azúcar no sé qué! Yo pensé que Mauri decía este viá endulzá para la eleccione’… ¡qué pavo que soy!