jueves, 9 de agosto de 2012

No solo el lapachito quedó a un costado

Mírelo y juzgue usted. Él está ahí, también sobre la avenida principal de la ciudad, pero a un costado, justo inclusive a la altura de una calle que se llama Lapacho, igual que él.

Sólo obsérvelo. No piense que el municipio pisoteó una ordenanza como si fuera nada, y que hizo caso omiso a lo estipulado por la Carta Orgánica, solo vea lo que existe, lo que hay, lo que todos ven al pasar, siendo locales o turistas.

Despójese de todo fanatismo político de apoyo a la gestión que le paga el sueldo, o que está para satisfacerlo en algunos trámites, y sólo obsérvelo allí en la vereda frente a las instalaciones de la Liga Regional de Fútbol, al lado de una parada del colectivo local.

Ni siquiera se tome el tiempo en pensar por qué callan y no hacen nada los del gobierno dirigidos por un gobernador que se llena la boca hablando de Misiones, y su maravilla natural, elegidas por “el esfuerzo que hizo para que el mundo vote por nuestra naturaleza”.

No piense en eso, y sólo tómese unos minutos para mirarlo, allí a un costado, de la misma avenida principal, justo frente a las palmeras reales que puso el municipio para que usted pueda compararlo con el Lapacho florecido, y sepa por qué algunos escribieron en las leyes que hay que “preferir” las especies nativas.

Sólo mírelo. Olvídese por un momento que usted tiene unos negocitos con el gobierno municipal, y que tiene que salir a defenderlo para que él vea que usted “está con él” y facilite el negocio. No se detenga en eso, sólo vea el árbol que está allí florecido.

Tampoco piense “de qué se queja la gente de Iguazú, que siempre se queja de todo”. Sáquese el saco de politiquero, oportunista, y sólo acérquese a la Victoria Aguirre y quédese unos minutos frente a las flores del árbol, mire sus tonos, observe sus colores, mire sus formas, compárelo con las palmeras recién plantadas y dígame: ¿qué prefiere?

No es ni siquiera necesario que imagine lo que un turista que visita nuestra maravilla va a preferir o elegir, sólo piense en lo que usted elegiría observando lo que todos vemos, lo que nadie puede negar ni esconder con información que no se entrega, y comprenderá que con las palmeras reales en el medio de la Victoria Aguirre, no sólo el lapachito quedó a un costado.