martes, 24 de noviembre de 2009

Estamo' gestionando eso

Estamos gestionando con la gente que corresponde. Ya está, no te preocupes. Estamos dándole forma a un proyecto sobre el tema. Estamos analizando y articulando con las partes involucradas. Todas frases muy comunes de gente muy común, con la que hablamos y elegimos comúnmente. ¿Gestionar es sinónimo de hacer?, ¿sólo los políticos utilizan esas frases?
Los primeros que aparecen en la mente cuando tocamos este tema son los políticos. Seguramente porque ellos son los que más utilizan esas frases y la palabra gestionar. Pero, ¿sólo a ellos pertenecen las frases y la palabra?, ¿o también es una cuestión cultural inherente a nuestra idiosincrasia?
Hace un tiempo escuché decir a un antropólogo, de esos que tienen ganas de estudiar al ser humano y sus conductas, que el don de la palabra fue y es la más respetada en la práctica de la política. Según él, porque es la manera por excelencia para transmitir el pensamiento, las ideas, las convicciones, y los argumentos. Y tiene razón, no hay mejor manera de expresar conceptos que hablando, ¡y cómo se sufre cuando no hay palabras o cuando no sabemos usarlas!
Sin embargo, las palabras no sólo son utilizadas por los políticos. Es un don, un regalo, una habilidad netamente humana, es decir, las tenemos y utilizamos todos. Y cuando por algún motivo no las tenemos, las reemplazamos con señas, gestos, y miradas, que también expresan excelentemente, pero no logran sustituirlas completamente. Entonces, volvemos a ellas para transformar nuestros pensamientos en sonidos codificados que son interpretados por los que los escuchan. ¡Realmente un milagro!
Pero, como siempre, no todo es perfecto ni milagroso en esta vida, y las palabras pueden ser una maldición también. Por ello, quizás, a través de la historia, algunos aconsejaron usarlas lo menos posible, para evitar problemas. De aquí los refranes “en boca cerrada no entra mosca” y “uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice”, y otros sabios consejos, que por cierto, no es necesario decirlo, casi nadie obedece.
Es por esto que existen algunas expresiones y términos que se repiten con increíble frecuencia en las conversaciones diarias, casi sin pasar por la mente. Y digo casi, sólo porque la producción lingüística, según los entendidos, ocurre en el cerebro. De otra manera, se podría afirmar que hay veces que las sacamos desde la laringe solamente.
Así aparecen las frases del principio –estamos gestionando, estamos trabajando en eso, somos una institución que gestiona beneficios para “nosotros” y para la comunidad, entre otros –que de tan populares parecen ser producidos en masa en todas las laringes sin ningún tipo de paso por el cerebro, principalmente entre nosotros los latinoamericanos, según mi amigo el antropólogo.Sí, él dice que por esas repeticiones de frases inherentes a nuestra idiosincrasia, es que nosotros decimos: “sí, sí, te llamo”, cuando queremos decir que no lo vamos a llamar nunca o no nos gusta la idea que nos presentó y no nos dan las agallas para decírselo; o “mañana voy” o “vení mañana” cuando queremos decir que no queremos volver a verlo ni mañana ni pasado ni en ningún lugar; o “en la semana hablamos” cuando en realidad queremos sacarnos al tipo de encima; o “vamos a organizar algo” cuando queremos decirle al otro que compre la carne, haga el asado, haga la ensalada, ponga la casa, te invite y nosotros llevamos el vinito; o al ser requeridos para presentar alguna solución a algún problema decimos “estamos gestionando un proyecto sobre eso”, cuando la verdad es que no nos animamos a decir que no nos interesa el tema porque no afecta a los cinco gatos locos que representamos, y ese problema no es nuestro, y no nos incumbe, porque además nunca nadie nos dio pelota en todos los 40 años de existencia de la institución, pero ya estamos trabajando en eso, todos están interesados en resolverlo, cualquier cosa me comunico con ustedes mañana y les explico, o llamen cuando quieran y hablamos, pero seguro eh, mirá que acá no prometemos de valde como los políticos.