lunes, 2 de mayo de 2011

No te viá decí que soy buenito

En estos días en los que está empezando el frío –ese que te achancha más de lo normal, y te empuja a la cama o al sofá con todo lo que necesitás alrededor para no levantarte –me hizo recordar un estudio realizado por varios especialistas, que concluyeron que los países con más frío son los más felices.

Finlandia terminó primero en varias ocasiones, también Noruega y Dinamarca, entre otros, que según comentan los especialistas ocupan su tiempo en buscar y realizar actividades de entretenimiento, trabajo en equipo, y largas sesiones de humor, para mantener el cuerpo caliente.

Cualquiera diría, a simple ojo de opinólogo, que por la forma de ser y su música los países del la Línea del Ecuador y entre los trópicos, principalmente los de América son los más felices, pero no. Dicen que no.

Dicen que somos plañideros, quejumbrosos, y que nuestra personalidad que demuestra disconformidad todo el tiempo hace que, aunque busquemos divertirnos en grandes parrandas, la alegría es solo ocasional.

Tienen razón, digo yo. Porque nosotros decimos que somos alegres y bullangueros, pero siempre tenemos algo para quejarnos. Eso me cuestionaba cuando escuchaba todo lo hermoso y grandioso que han sido estos años de gobierno renovador en la provincia, que el gobernador Closs contó sin querer durante la apertura de sesiones de diputados.

Decía yo, cómo nos vamos a quejar de las inversiones mientras oía todas las obras que hizo este gobierno, esas que el gordito contó sin querer –porque no e’ que él cuenta porque está en campaña, el cuenta no má para que la gente sepa –sí, esas que generan mano de obra para miles de misioneros, correntinos, paraguayos, bolivianos, peruanos, y seguramente algún que otro alegre finlandés, y le dan un respirito a las pobres empresas constructoras de siempre que nunca ligaron una obrita.

Además, nosotros los de Iguazú, que estamos más cerca de los felices brasileños, tendríamos que ponerle un poco más de onda, y no reclamar solamente. Fijémonos en la mitad del vaso lleno, de agua un poquito sucia, pero lleno al fin, como las inversiones millonarias en la participación de Cataratas en la elección de las nuevas siete maravillas del mundo –que no e’ que vamo’ a ganá, pero ya ganamo’ ya cuando salimo’ por Clarín y todo eso’ diario importante, que consiguieron lo’ encargado capo’ de la campaña. ¡No tenemo’ que sé tan plaguiento!

También, Closs contó sin querer, para no utilizar el estrado de la honorable cámara de diputados para hacer campaña, que va a crear un banco de proyectos para los municipios. ¡Eso’ e’ muy bueno, chamigo! ¡Uno no se puede ni sentá cuando epera en la munecepalidá! ¡No hay ningún banco como la gente!

Yo digo que debe ser nuestra mala onda la que no nos permitió ver la presencia del estado en todos los potreros, chacras, tambos, y chiqueros, ¡si e’ tan facil ve’ los animale’ por ahí! Había sido ello’ eran toda’ esa vaca flaaaca y lo’ chancho pirúuuu que hay angá por la campaña.

Quizás ahora con los anuncios –no e’ que fueron anuncio’, él dijo no má –perdón con lo que el señor gobernador dijo no más para informarnos lo que el gobierno va a encarar en los años siguientes, como la inversión que va a hacer para producir edulcorante para el mundo, creo que tenemos que ser un poco más positivos a la hora de quejarnos, y emular a los nórdicos. ¡Aaah yo no entendí eso de la estevia para hacé azúcar no sé qué! Yo pensé que Mauri decía este viá endulzá para la eleccione’… ¡qué pavo que soy!

2 comentarios:

Carola dijo...

Nangana Hugito mirá si yo viá creé todolo que ellos dicen ahora nomás andan gua-ú que se interesan por nosotros, para mi que se interesan mas por nuestros votos pero esta bien yo aprovecho y piiiiido nomás porque una vez que ganan se olvidan de nosotros.

Anónimo dijo...

Tenés razón Hugo. Pero lo ideal sería que cada uno de nosotros al votar podamos decidir nuestra felicidad. Aprovechar como dice Carola de los políticos, para pedir, pero a la hora de elegir. Votar con consiencia, y de esa manera podamos cambiar la felicidad del pueblo. Porque particularmente, creo que somos bastante felices en esta tierra que tiene todo!!!! Sólo ellos, los políticos malos, son unos POBRES INFELICES. Gracias.