lunes, 13 de octubre de 2008

Indeciso... creo


Desde un tiempo hacia acá pude observar que soy muy cambiante. No tengo muy claro qué sucede conmigo, pero puedo decir que es algo parecido a la costumbre que tenía cuando era más joven: cambiaba mi personalidad de acuerdo a la que veía en otros y me gustaba. Así pasé por diferentes posturas, maneras de hablar y opinar, y hasta de peinado -cuando todavía tenía qué peinar- y todo acorde a la personalidad que acababa de ver y me gustaba. Podía ser Silvester Stallone como Gustavo Cerati, o bien cambiaba para parecerme a Diego Maradona o a Jorge Luís Borges. También podía elegir parecerme a alguien más cercano, como mi padre, a quien todavía admiro, o mi vecino de la infancia, a quien ni veo ni admiro más. Hoy también me gustan muchas maneras de ser, pero ya no cambio por eso. Prefiero más bien elegir parte de cada carácter e imitar lo que me gusta, o me parece bien. Sí, ya sé lo que están pensando: este tipo no tiene idea quién es, ni sabe lo que quiere, o se olvidó de pensar en definir su personalidad. Y sí, es verdad. Y les confieso que yo también pienso lo mismo, pero de ustedes. No voy a explicar por qué. ¡Porque no tengo ganas! Y no me desvíen del tema. Como les decía, he notado que sigo siendo cambiante. Pero un poco más fino. Ahora elijo características de cualquier personalidad con altura y gran porte, como la de Manu Ginóbili o la Tota Santillán, para que aporten algo mejor a mi forma de ser. Claro que en algunos casos tengo que observar con mayor detenimiento que en otros, para descubrir algo que sirva. Pero, por suerte tuve la posibilidad de leer algo de un tal Howard Gardner, sí ese que descubrió la inteligencia múltiple, y que muy diplomáticamente dijo que “todos tenemos un tipo de inteligencia que con el paso del tiempo se manifiesta, y a veces puede resultar incomprendida”, para no decir que “todos servimos para algo, y que no estamos al pepe en esta vida”. Con el descubrimiento de este tipo, pude entender que no es que los concejales no sirvan para nada, es que tienen otro tipo de inteligencia que nosotros no entendemos, es decir, son un grupo totalmente incomprendido. Por eso, de ellos también elegí características útiles para mi personalidad. Ahora soy totalmente inmune a las críticas como Nolasco, por ejemplo, y soy tan firme en mis propósitos y mantengo mi línea a muerte como Jara. Miro y observo todo, pero todo, detenidamente, como Franconi, principalmente lo que firmo, y me encanta saludar a la gente como Ayala. Además, pude adoptar la claridad y seguridad Gallardo, que liberó para siempre mis dudas sobre cuáles son mis objetivos. Pero lo que más resalta en mí hoy es la generosidad que pude rescatar de Benítez, quien me enseñó a donar todo lo que gano en pro del pueblo, aunque modestamente debo aceptar que la humildad de Spallanzani logró hacerme un hombre superior. Ahora, eso sí, que quede claro: jamás sería como mis colegas que no tienen ningún tipo de personalidad, o no saben que la tienen. Bueno, igual deben servir para algo, como dijo Gardner.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genio ... me encanto!!
Yo creo que mientras tomes de los demás algo que se amolde a tu esencia todo maravilloso ...
no sos indeciso ... la tenes mas clara que los mismos concejales!!
Genio!!
María

Rodrigo G. dijo...

Verdaderamente no parece que seas una persona indecisa, sino que todo lo contrario, apesar de que no conosca mucho el tema que trataste en la nota. Sin ningun lugar a dudas sos un GENIO!! Espero que algun dia puedas enseñarme a hablar en Guaraní, jeje. Sos un idolo, ademas de ser de River. Rodrigo G.