domingo, 5 de octubre de 2008

Diálogo sincero

Me das pena. Quizás me das asco también, y vergüenza. Y hoy tengo las ganas de decírtelo, porque estoy cansado de tanta contradicción descarada, que pasa impune por tu rostro sin ningún tipo de remordimiento evidente. Yo te conozco y paso con vos todo el día. No hay forma que puedas ocultarme alguna cosa. Conozco tus gestos, tus señales, tus costumbres, tus hábitos, tus reacciones, y cada milímetro de tus movimientos. Puedo asegurarte que pensabas unos años atrás, y también lo que pensás ahora. Y puedo recitarte cuántas de tus acciones marcharon coherentes con tus pensamientos, y cuántas no. No me mires así, sé de lo que hablo, y conozco de tu falta de capacidad para enfrentar las situaciones que pueden hacerte diferente. ¿Acaso tenés idea de cuántos quedaron desilusionados con todo lo que hacés?, y te adelanto que la simple y barata excusa que lo único que importa es ser feliz con lo que hacés, es una mentira para otros pero para mí no. Es muy fácil hacer creer a los demás. Pero muy diferente y difícil es hacer lo que decís que creés y pensás. ¿O ya te olvidaste que te vi haciendo gambetas para entrar primero que los demás en el banco o en el hospital, y que te considerás lo máximo cuando no pagás lo que todos deben pagar, mientras te llenás la boca hablando de la falta de moralidad actual? No creas que soy olvidadizo. Yo te vi y estuve con vos mientras evadías los controles en las rutas, y contactabas a tus compañeros de tu propio lugar de trabajo para lograr hacer lo que a los demás se les prohíbe, ¿y ahora te quejás de fulano que no usa casco mientras va en su moto, y de fulana que está colgada de los cables para tener luz, y de mengano que no pide el ticket fiscal cuando compra, del vecino que comparte el cable con el de al lado, y del concejal que antes era piquetero? ¡Por favor! No trates de engañarme. ¿Conocés el famoso y antiguo refrán “colar el mosquito y tragarse el camello? Bueno, yo lo concozco, y lo comprobé en vos, porque mientras te quejas de la menchada ignorante, que se conforma con las chapas y el choripan en las campañas, buscás la manera de pagar menos los servicios que se te dan, y si es posible, ahorrás un poquito más comprando del otro lado evadiendo todo tipo de impuestos y controles en la aduana. Sí, y mientras inventás una excusa para todo lo que te estoy soltando desde adentro de mis venas, por qué no me decís qué vas a hacer en tus vacaciones, ¿lo mismo que el año pasado?, ¿llamar a fulano, mengano, y sultana, para no pagar alquiler o recibir descuentos en hoteles, y que la excursión que tanto querés hacer te la liberen por ser conocida del primo de un amigo del encargado de cobrar las entradas? No seas tan ingenuo en pensar que sos ejemplar en todo lo que hacés. No desvíes la mirada. No hace falta, porque por más que rompa este espejo, siempre voy a encontrar tus ojos en cualquier otro, y me vas a seguir dando vergüenza.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Fuerte lo que escribís y sobre todo bien frontal!! y no se si lo mejor o lo peor ... muy cierto!!
Gracias.
María

Anónimo dijo...

Grande!!! Buenísimo!!Tacuara, cómo la simplicidad de un comentario abre una puerta gigante para poder VER nuestro interior (...ó por lo menos parte de el, en mi caso) Gracias!!
y saludos // Andres.-

Anónimo dijo...

Bien. Directo y fuerte. Me pegó. Confieso que soy uno que no dialoga tan sinceramente conmigo. Felicitaciones, Hugo. mario

Anónimo dijo...

Cierto...hasta me suena conocido. Felicitaciones Hugo, ser como sos, lo mejor que podemos hacer todos. E ahí la verdadera felicidad. Saludos, Cecy

Sara Ingrid dijo...

Muy buen texto, me encantó. La verdad que de una manera muy sutil dejaste sobre la mesa una realidad que muchas veces se intenta invisibilizar. Muy buena la desnaturalización que haces de los hechos.