jueves, 21 de mayo de 2009

El dengue produce amnesia


Aunque no lo diga a quien corresponda, la mayoría tiene atravesada en la garganta, como un hueso de pollo viejo, las ganas de gritarle a cierto sector de la prensa que tiene tendencia o animosidad para informar sobre “ciertos” temas en “ciertos” momentos, para afectar a “cierto” sector, o simplemente darse “cierto” gustito infantil de decir “le cagamos a fulano o a mengano” (perdón a los puritanos, pero así dicen).
Lo cierto es que nada hay de cierto en ciertos temas tratados inciertamente en ciertos momentos, que ciertamente causan incertidumbre entre el público que acertadamente busca una explicación cierta y honesta. Y la verdad es que muy pocos saben que todo es producto de una nueva epidemia, o efecto secundario, producido por las mismas enfermedades que se informan.
Y si no, díganme fueron víctimas de cierta epidemia de amnesia, producida por la misma picadura del Aedes. No es que se olvidaron del tema, aunque actualmente haya 40 casos sospechosos en nuestra ciudad (publicado por este medio este jueves 21), y de repente de tres a cuatro notas diarias sobre el dengue, pasaron a una cada semana y luego ninguna en un mes; si no es cierto cuando -como autocrítica lo digo, porque lo habíamos advertido- ¡qué pasó con el dengue! Adónde fueron a parar los que insistían en que se ocultaban ciertos datos para beneficiar a cierto sector en cierta temporada. Les cuento que estos, sin notarlo, es que, como les dije, están convalecientes de una amnesia crónica que ataca justamente la memoria de corto plazo.
¡Ay, perdón! Me apresuré en juzgar a mis queridos colegas, pido disculpas. Es que me olvidé que un tiempo después apareció la gripe porcina, o H1N1, y claro, merecía un lugar más importante, un “tratamiento” más importante, por la gravedad de la enfermedad, por supuesto. Hay gente que muere por la gripe del chochan, no es joda eso. Y esto del puerco casualmente cayó en la época de elecciones, armado de partidos, y campañas, pero es casualidad, les aseguro, pura casualidad. Además, ¡qué tiene que ver el chiquero con las elecciones!
La cuestión es que la mezcla de información causó otra epidemia, que tiene efectos inexplicables entre los que en alguna oportunidad tuvieron contacto con las enfermedades, aun solamente comunicando. Algunos aseguran que el Aedes, por ejemplo, fue contaminado “apropósitamente” por cierto sector turístico de cierta zona sur de nuestro país, para que los comunicadores morales de esta zona norte, que descubrieron datos ocultos siniestramente sobre la epidemia, se olvidaran del dengue hasta una semana antes de la próxima temporada alta de cierto destino que tiene agua. ¡El agua!
¡Ay!, pido disculpas nuevamente, caí en el mismo error de prejuicio hacia mis colegas. Acepto mi ignorancia. Me olvidé (me habrá picado un Aedes) que a la falta de agua, tan común en esta época del año en las Cataratas, tuvo que dársele “la prioridad” que se merece por tener mucha más importancia que dos simples epidemias que pueden causar la muerte.
Es verdad, ruego me perdonen, hay que buscar “datos ocultos” sobre el nivel del río Iguazú, que ciertos medios como este intentan tapar para beneficiar a cierto sector; y hay que hacerse eco de información brindada desde lejos sin consultas hasta que cierto medio como este salga a desmentir con datos oficiales para proteger a un minúsculo destino que nada tiene que ver con nuestro sustento.
¡Dejémonos de pavadas, vayamos corriendo hasta la oficina del director o jefe de redacción y digámosle lo que pensamos! Che, con esto del chancho y la falta de agua en Cataratas, no le estamos dando bola al dengue, nos olvidamos de darle un seguimiento (efecto secundario de la amnesia del Aedes), y ya están saliendo opiniones sobre eso, ¿qué hacemos?, ¿seguimos averiguando sobre casos o esperamos hasta la temporada de vacaciones de julio para darle con todo de nuevo? Digámosle lo que pensamos, aunque sepamos que nos sugerirá una “contraopinión” que hable sobre el límite de la información y la responsabilidad del comunicador, con un estilo y altura diferente a este boludito delirante, que lo único que hace es criticar y adelantar actitudes propias de profesionales serios como nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No estoy muy al tanto de los que los medios están informando allá en Iguazú, lo que si me gustaría y espero de este medio sobre todo y ojala de todos los medios es que se ocupen de lo que deben: informar con datos ciertos de TODO lo que pasa sea bueno o malo y que dejen que nosotros analicemos lo demás, si quiero viajar, tomarme mis vacaciones en las Cataratas, a quien quiero votar, si se merece mi donación, etc. El lector, u oyente necesita saber la noticia fiel para saber a que atenerse en la vida, no una pelea tonta entre medios, empresas y políticos que manipulen la informaron y al fin es todo un negocio y el objetivo del periodismo esta pisoteado y la gente común creyendo lo que no es cierto y confiando en todo. Si ustedes son fieles a la verdad y a toda, se lo agradecemos

Anónimo dijo...

Atención a todos! último momento! se viene una abalanche de periodistas a hablar del caudal de agua en Cataratas!!!