miércoles, 8 de julio de 2009

El árbol rojo


Señora, ¡encontré un árbol rojo! ¡En realidad ví dos! Sí, estaba esperando el colectivo en la avenida Victoria Aguirre de Iguazú, frente al Hospital, y justo del otro lado, en el barrio de los guardaparques, había dos árboles de hojas rojas, ¡todas eran rojas! Les saqué una foto para que vea, ¡son preciosos!
Yo sé que el arbolito que pinté en su clase no estaba bien, porque usted dijo que los árboles no tenían hojas rojas. Y le confieso, hoy con treinta años, que nunca había visto un árbol de hojas rojas hasta ese momento, pero me imaginé uno y lo pinté así. Quiero agradecerle por haberme defendido de las burlas de mis compañeros, y decirme en voz baja que dibujara otro “más lindo y de hojas bien verdes”, como el que estaba en el patio de la escuela, justo del otro lado de la ventana.
Lo hice y mejoré la nota. Pero debo confesarle también que mis lágrimas de gurisito llorón no sólo fueron provocadas por mis compañeros que, como yo, siempre siguieron las instrucciones de la clase de manualidades al pie de la letra, sino también porque yo sinceramente quería que existiera un árbol rojo.
Claro, a los siete años no tenía idea que el árbol Estrella Federal (Ephorbia) quedara en un momento dado con todas sus hojas rojas, o que fuera un árbol, sólo lo había visto como una planta con flores rojas. Entonces seguí, toda mi vida, las reglas que usted tanto nos repetía, a veces con demasiada paciencia: No salgan de los contornos. No pasen las líneas de los renglones. Dejen un margen a la izquierda. No pinten apurados. Usen colores naturales. No rayen al pintar. Las hojas son verdes. El tronco es marrón y el agua es azul, como el cielo. El pasto es verde claro y la calle marrón. Las hormigas negras y los loros verdes.
Por esta paciencia también quiero agradecerle, porque en ese momento no entendía que usted nos estaba preparando para la vida de adultos en este mundo, en el cual, siguiendo las instrucciones que nos dio, me fue muy bien, le cuento, excepto cuando por alguna u otra razón quería pintar algún árbol de color rojo. Afortunadamente, antes de hacerlo me acordaba de lo sucedido en segundo grado y así muchas veces evité que mis compañeros, esta vez mucho más grandes y con mucha más experiencia, se burlaran de mi dibujo.
Sin embargo, por más que recibiera felicitaciones por haber seguido las reglas, en mis papales tuviese buenas notas y fuese considerado un buen empleado, seguía soñando con un árbol rojo, porque en mis días mientras caminaba por la vida veía árboles de hojas amarillas, agua de color marrón y verde, cielos grises, sol violeta, personas negras, amarillas, de marrón claro, y de colores inexplicables, igualmente lindas, bellas, y reales.Hoy encontré un árbol de hojas rojas, señora, todas rojas, y no sólo encontré uno sino dos, y puedo asegurarle que de ahora en más, por más que aconseje con las mismas instrucciones que usted, para que a los chicos les vaya bien en el mundo de los grandes, ya no voy a decirles que pinten las calles de marrón, ni el agua de azul, como el cielo, ni los loros verdes ni las hormigas negras, sino que creen el mundo como lo imaginan y el amor como lo sueñen.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un placer leer esto, ya lo extrañaba. Me hace acordar a un Hugo Lopez de hace unos años atras. Hoy nuestra hija tambien quizo un sol azul y lo dibujamos juntas.

Anónimo dijo...

Porqué soñé con el amor, es que soñé con vos. Mis ojos aprendieron a ver, mis oídos a escuchar y mi boca a bessr, mis manos a sentir, mi alma a volar, mi corazón se volvió a enamorar. Por eso mi amor es rojo como tu árbol, hecho de tierra misionera, y tiene mucho verde...I don't care where you came from, I don't care where you've been. I've been waiting for such a long, long time. Ahora estás acá y eso es lo que importa.
Juayhuete

Anónimo dijo...

iiiiiiiiiiiiiieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Por fin me dejó escribir algo esta bosta....nose porque no me dejaba antes...sugiero que sigas escribiendo otros temas HL.
Está bueno, pero mi árbol era multicolor, siempre tuve problemas con mi maestra de la escuela, el tema fué que mi mama me compró de Paraguay aquella birome, nose si se acuerdan, traía 12 colores en una sola, tenía que escribir con las dos manos juntas de tan grande que era, ahora no me acuerdo muy bien si eran aromáticas tambien...

Slds.-