martes, 1 de febrero de 2011

Idiotas

Son los mismos idiotas, señor, se lo aseguro. Son los mismos que cada cuatro años vuelven a cometer la misma idiotez. Usted dudará al escucharlos porque parecen razonar como seres totalmente sanos, instruidos, y hasta célebres. Pero solo unos días después comprobará que su enfermedad es totalmente cierta e incurable.
No hay manera que los síntomas y sus causantes hagan que reflexionen sobre la prevención, y vuelven a caer una y otra vez en la misma dolencia. Son los mismos, usted lo verá, aquellos que llegaron a Iguazú buscando algo de trabajo, empezaron utilizando a los locales como contactos, trabajaron de mozos, de jardineros, de albañiles, en programas de radio, de choferes, en lo que sea, mientras se contagiaban de la enfermedad sin percatarse.
Son los mismos, señor, los que criticaban duramente la epidemia que domina a todos para conseguir objetos, terrenos, y casas a menor precio, y se lanzaban en duras opiniones sobre la ignorancia que idiotiza a todo el pueblo para defenestrar al gobierno municipal. Son los mismos que ganan miles y miles de pesos por haber ahorrado en no tratarse el mal de no cumplir con los impuestos por sus ganancias, y derraman sus babas de enfermos mientras se defienden diciendo que es dinero ganado honradamente.
Son los mismos, señor, los que deambulan ciegos y boquiabiertos bajo banderas de partidos políticos creyéndose sanos y mejores que los demás, por predicar que la enfermedad que aqueja a la ciudad solamente ataca a una mayoría que tiene el cerebro dañado, mientras ellos con sus inútiles neuronas confabulan ociosos cómo conseguir sus propios terrenitos y permisos para un localcito con los otros enfermos. Son los mismos idiotas, señor, los que recorren la ciudad obesos de críticas y razones devorando el dinero que la misma ciudad turística les hace ganar, mientras vomitan su boberías porque las calles tienen baches, no hay desagües, la energía se corta a menudo, y el agua potable es un premio para los idiotas más viejos del pueblo. Son los mismos que después de gastar sus contagiosas salivas diciendo que viven en un país de mierda durante casi todos los días de su vida, disfrutan del sol y la arena de playas repletas de los mismos idiotas que el país de mierda alimenta.
Son los mismos, señor, los que contagian a los nuevos, a los viejos, a los indecisos, a los buenos, malos, y eructan sensaciones de revancha y levantamiento que terminan siendo la misma idiotez de criticar a los que están a los que no están, a los que hacen, a los que no, y a los que a través del receptor se enferman con el mismo virus de los micrófonos.
Son los mismos idiotas, señor, no se ría, es verdad lo que le digo. Usted lo comprobará: en este año 2011 se cumplen cuatro años de la última vez que corroboraron su idiotez, y cada uno de ellos volverá a elegir a los mismos idiotas para que por otros cuatro años decidan sobre sus idioteces.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ajjajaja buenísimooooo!!! extraño tus reflexiones, cuanta razón. Puedo publicarlo? Lavoz

Anónimo dijo...

Impresionante! doloroso pero cierto! Claudia

Anónimo dijo...

Epa! se enojo Lopez, esta buenisimo MJ