sábado, 24 de abril de 2010

Machos virtuales

No pude evitar reírme al escuchar a dos mujeres hablando de hombres. Es que hace un tiempo, aquí en este mismo blogcito, me atreví a escribir que “No hay hombres”, porque es algo que las féminas reclaman hoy, pero en esta oportunidad las mujeres que hablaban cerca mío parecían contradecir a sus pares diciendo que sí hay hombres y que sí se encuentran machos, bien machos, pero virtuales. Reales no.
¿Cómo es eso?, me pregunté acercando un poco más mi oído curioso. Según la mujer, que en principio hablaba con un muchacho, evidentemente gay, porque lo decía con orgullo, los hombres de hoy son muy machos a la hora de chatear, enviar mensajitos, enviar mails románticos, y dejar posteos en Facebook, pero cuando están frente a frente con la mujer que tanto adoran virtualmente no saben qué hacer ni qué decir, y así se convierten en grandes maricones, después de ser tan galanes detrás de la computadora.
¿Será tan así?, dudé con mi orgullo machista. Y quise buscar excusas, pero los que conversaban no me dieron tregua. Porque ahora eran tres los que hablaban del tema. La muchacha que se agregó al grupo aseguró que en un momento se enamoró perdidamente de un poeta que la sorprendía todos los días y a cada momento a través de su Facebook y el Chat, y quiso salir con él. Entonces, como también tuvo que aceptar la fémina, hizo uso de sus estrategias para que el poeta la invitara a salir. Sin embargo, según la enamorada, tuvo que utilizar prácticamente todas las técnicas posibles para que el macho virtual entendiera que quería salir con él, hasta que prácticamente tuvo que decirle directamente “quiero salir a cenar con vos, ¿entendés?”.
¡No!, dije, me niego a creer esto, es una infamia. Nosotros los hombres no somos así, no arrugamos, somos machos y enfrentamos a todas y en donde sea. Pero, cuando buscaba mi argumento, hasta con ganas de meterme en la conversación, la otra muchacha, contó que algo parecido sucedió con ella y un macho virtual que no supo qué decir ni qué hacer cuándo la tuvo frente a frente en un ascensor, después que ella le asegurara que gustaba de él.
¡Imposible!, me dije una vez más, no es cierto. El hombre tendría algún drama y no quería hablar en ese momento. O era un poco tímido al principio, pero después le estampó un beso contra la pared del elevador. Pero no, el muchacho que estaba con ella, no me dejó seguir excusándonos a nosotros. Él dijo que era verdad, y que también tenía pruebas. Contó que en su ámbito –recordemos que avisó que era gay –los hombres son más hombres que los machos virtuales. Y que cuando quieren decirte algo, te lo dicen de frente y sin rodeos. Y que lo peor es que los machos virtuales, llaman maricones mujercitas a estos que se atreven a decirte de frente lo que piensan en el momento justo y en donde sea. Entonces, me puse a dudar. Es verdad, a veces a los gays, a quienes tratamos de maricones mujercitas te dicen de frente lo que piensan y en donde sea, y nosotros “los hombres” no. Será porque en vez de decir que nos cagamos de decir las cosas de frente, buscamos excusas diciendo que “bueno hay que buscar el momento justo, y que no siempre se puede decir todo, y que en nuestro país no hay seguridad, por eso para cuidarse es mejor utilizar un apodo”. ¡Qué casualidad!, me dije, ¡como los machos virtuales que comentan en La Voz de Cataratas!

3 comentarios:

Cecy M. dijo...

jajaja Hugo ! Una vez más, que caaaaaaapo que sos ! Un saludo.

Anónimo dijo...

HUGO: Todas las reglas tienen sus esepciones...

Unknown dijo...

Hugo, hay mucho de verdad en las cosas que escribís. Creo que el miedo a decir las cosas de frente nos hace inventar excusas...
Ojalá la lectura y reflexión de lo que escribiste nos ayude a todos a mejorar!!! Felicitaciones!!!