miércoles, 20 de abril de 2011

Ñande jeyma la culpable!

Mirá vos. Resulta que la falta de combustible en Iguazú es en realidad porque nosotros consumimos mucho –nosotros, digo, usted y yo mi querido vecino –así concluyeron los concejales de Iguazú y los representantes de las cámaras e instituciones oficiales, en una reunión “para buscar la solución”.

No pudo más que causarme gracia y recordarme la justa e impecable frase que decía Ricardo Rodasvil, un periodista-locutor paraguayo cuando leía las noticias y las sesudas declaraciones de los políticos durante su programa radial, que yo escuchaba en el colectivo que me llevaba al trabajo todas las mañanas.

“Ñande jeyma la culpable” (nosotros otra vez somos los culpables), decía Ricardo, con ese tono paraguayo tan querido y simpático que, afortunadamente, cumplía con el concepto reír para no llorar, el único consuelo del trabajador común.

Pero, por si usted no sabía, no es que nuestros gobernantes no fueron ni son capaces de “darse cuenta” que hace años, muchos años, es necesario construir más destilerías en la Argentina, proveer más depósitos de combustible en las provincias, o encontrar la manera de promover la producción de combustibles alternativos, en realidad somos nosotros los que consumimos demasiado. ¡Qué bárbaro, que insensibles somos!

Pero, ¿cómo no te diste cuenta, chamigo? Tenemos que ser más solidarios, y no comprar tanto, pero sin olvidarnos de consumir de vez en cuando para que las estaciones de servicio que nos rogaban que le compremos combustible hace no mucho, no se queden sin su platita.

Y no sólo somos culpables de que falte combustible, sino también según nuestro gobernador, nosotros somos culpables de los infinitos cortes de luz y que no funcione el nuevo transformador que compró la provincia. ¡Cómo vamos a prender la luz!, ¡qué brutos que somos!

Aclaremos que no es que el gobierno de la Renovación que ya lleva casi dos décadas sabiendo sobre el problema energético y de enganchados de Iguazú no supo resolverlo, y cuando lo hizo con gran esfuerzo, trajo un transformadorcito, para proveer una mejor calidad de servicio a la población que creció –justo durante la gestión de la Renovación –en más del 60%.

¡No es eso, pavote! ¡No seas ignorante, chamigo! ¡¿Cómo vas a culpar al gobierno?! ¡Y menos engancharte en las zonas en donde te prometieron hace raaaaato que iban a llegar los cables! ¡El tema es que vos no tenés que enchufar tu heladera ni tu esplit, y menos tu nóubu, si total es para ver tu féibu no ma’!

Y con el agua también. No es que el gobierno está tardando más de lo previsto para entregar la obra, y que por más que no se pueda negar que la inversión está siendo hecha después de más de 50 años ¡en realidad, es que vos no tenés que bañarte tanto, che ra’a!, ¿para qué tomás tanta agua? Tenés que ser más cuidadoso del medio ambiente, ¡pasáte un trapo húmedo no más!

Pero tampoco te quejes porque el sistema de cloacas y saneamiento no se termina nunca, y que el cálculo por la población que conoce muy bien esta gestión provincial y nacional, que a cada rato mandan especialistas de todo tipo acá, van a tener que actualizar tan pronto entreguen la obra. ¡No es eso, pavo! Entendé de una vez por todas, ñandé jeyma la culpable, por eso dicen que tenemos que consumir menos, no vé que se llena rápido todo’ lo’ caño nuevo eso’, No e’ que el gobierno calculó mal, ¡vo’ cagá demasiado, chamigo!

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno chamigo me guto mucho chera a--euse